domingo, 10 de agosto de 2008

Buenos Aires: Parte 1

En este momento debiera estar durmiendo, pues mañana saldremos a pasear temprano, sin embargo, después de ir a un tenedor libre de carnes a la parrilla con papas fritas, otros platos y postre, es dificil conciliar el sueño. Además, si no escribo sobre la marcha, a la vuelta no escribiré nada.

El viaje estuvo tranquilo. Levantarse a las 3:30 a.m. es un poco duro, pero nada terrible. El check-in, policía internacional, y la subida al avión fueron un trámite, aunque el avión se atrasó casi una hora en salir, y la espera se hizo bastante larga. El vuelo fué mas tranquilo que andar en auto por las calles de Santiago. El despegue fue suave, el aterrizaje igual, y la linea aerea superó todas las espectativas de servicio pues nos ofreció un desayuno salvador a esas horas de la mañana.

Ya acá, tengo la impresión de que Buenos Aires no es una ciudad diferente a las que conocemos. Si me lo preguntan, diría que me recuerda a Valparaíso. Mismo clima, arquitectura similar, y la misma falta de conciencia por la emisión indiscriminada de gases. Si bien acá no he visto ningún perro callejero, lo que estos ensucian en Valparaíso se contrasta con lo que ensucia la gente acá sacando la basura a la calle al caer la tarde.

En fin, no todo es malo, de las cosas buenas, rescato que la gente es infinitamente mas relajada que en Chile, los tipos aca parecen disfrutar de la vida, caminan tranquilos por la calle, y se detienen cada ciertas cuadras a mirar los espectaculos callejeros que se arman de la nada. La comida es magnífica y abundante, aunque no tan barata como me cuentan que era hace 2 o 3 años. Parece que la inflación les ha pegado duro, porque los precios están similares a los que uno encontraria en los barrios no excesivamente caros de Santiago.

En fin, a la próxima oportunidad que tenga, intentaré escribir algo de los lugares que hemos visitado, ahora me largo a dormir. Saludos

No hay comentarios: